Más de 90 mil vacunas contra la influenza ha suministrado el sector salud de BCS.
La Paz, Baja California Sur, a 8 de noviembre de 2022.
- Es importante incrementar las coberturas en niñas y niños, así como embarazadas.
A través de la campaña de vacunación contra la influenza que inició en octubre pasado, el sector salud de Baja California Sur ha suministrado más de 90 mil vacunas a personas que forman parte de los grupos de riesgo, entre los que se encuentra personas mayores de 60 años y gente que registra otros padecimientos que pueden debilitar su sistema inmunológico, informó el coordinador estatal de esta estrategia, Héctor García Hurtado.
El médico señaló que esta jornada, en la que participan IMSS e ISSSTE, presenta al momento un avance del 39 por ciento de la meta establecida para nuestra entidad, al tiempo de enfatizar la convocatoria a madres y padres de familia para que acudan con sus hijos mayores de seis meses y menores de cinco años a la unidad de salud más cercana para que reciban este biológico que optimiza su respuesta inmunológica.
Subrayó el llamado a las mujeres embarazadas para que acudan a los centros de salud o clínicas de las localidades donde habitan para que les sea suministrada esta dosis anual que optimiza sus defensas naturales contra las cepas del virus que es causante de la influenza estacional que puede genera complicaciones en personas que tienen condiciones de salud vulnerable.
García Hurtado recordó que, luego de recibir la vacuna, deben transcurrir aproximadamente dos semanas para que se generen los anticuerpos que protegen contra el patógeno causante de esta infección respiratoria que puede manifestarse con escurrimiento y congestión nasal, dolor de garganta, muscular y de articulaciones, decaimiento, así como dolor de estómago.
El coordinador estatal del Programa de Vacunación puntualizó que además de acudir a la aplicación de los biológicos, que son gratuitos y seguros, es relevante que la población implemente otras recomendaciones sanitarias para prevenir la enfermedad como es la utilización del cubrebocas en espacios cerrados con poca o nula ventilación, la desinfección frecuente de superficies y objetos de uso común, así como evitar cambios bruscos de temperatura.