Opera banda de delincuentes en Guerrero Negro.

  • Los implicados: el Osman de los Berumens, el Trejo y un tal Pelado.

Por la casa de la sal.

Ante la impunidad de un gobierno que en la delegación salinera solo ha funcionado para acordonar áreas, incumpliéndole en todo momento a los ciudadanos que día con día le exigen eficacia a las autoridades inherentes de atender el nuevo sistema de justicia penal, que a decir verdad solo ha servido para una cosa, para nada.

Con el preámbulo malvivientes como el Osman, el Trejo y un tal Pelado se han dedicado a los robos de casas habitación, comercios e instituciones públicas, todo esto sin que las autoridades erradiquen del norte, a este trío de malandros que se dicen ser amantes de lo ajeno en sus distintas modalidades.

Porque si bien es cierto que cuando se publican los nombres de estos presuntos, los primeros que salen su defensa son sus familiares, quienes lejos de ayudarlos les solapan sus fechorías pero como luego dicen, no hay peor ciego que el que no quiere ver y en este renglón sería bueno que sus parientes acepten la clase de personas que han sido este trío, que de un tiempo a la fecha le han quitado el sueño y han despojado de sus patrimonios a los lugareños.

Hace días se reportó el robo de una motocicleta que fue sustraída del interior de un domicilio ubicado en los perímetros de la colonia Solidaridad, los implicados una vez mas el Trejo y su banda de delincuentes que gustan por robarse las cosas en Guerrero Negro.

El día de ayer asaltaron el Telcel, contra esquina del Cet Mar, otro robo más se cometió en un establecimiento de bicicletas, robaron el DIF  y la semana pasada la Dulcería Maylu, todo esto sin dejar en el olvido el robo con violencia que se cometió en las periferias de la colonia aeropuerto donde el afectado identifico plenamente a Carlos Trejo.

Pero con todos estos robos la pregunta que seguramente nos hacemos es: ¿para que nos ha servido el nuevo sistema de justicia penal?, cómo funciona?, quienes son los responsables de atenderlo en comunidades como la de Guerrero Negro, una población que pareciera estar bajo el resguardo de una procuraduría que solo ha servido para solapar las fechorías de los delincuentes, quienes ni siendo evidenciados los han capturado, reflejándose con ello la incapacidad de un órgano de gobierno que desde que entró en vigor le ha restado y en mucho a la credibilidad del Procurador de Justicia Palemón Alamilla Villeda un bueno para nada.

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